Mónica Osorio se convirtió en madre por primera vez en la madrugada del 22 de agosto en La Costa, donde rodeada de un equipo de profesionales médicos y enfermeras, nació Giulia Valentina. Mónica comparte su experiencia sobre el parto humanizado porque cree que más mujeres podrían optar el camino que ella eligió.
Cuenta que durante su embarazo fue informándose acerca de todo respecto a las opciones para dar a luz y se fue convenciendo de que la mejor opción sería optar por un parto normal y sin analgesia. Nutricionista de profesión, Mónica siempre cuidó su alimentación e hizo ejercicios, por lo que acudió a Mamá Gym en La Costa, para continuar
ejercitándose con los cuidados que requiere el embarazo y fue allí, donde terminó de tomar la decisión de ir por un parto humanizado, gracias a la orientación que recibió de la Lic. Marta Cabrera, quien está al frente de ese
servicio. Allí le recomendaron visitar a la Dra. Anabella Filippini, Gineco Obstetra que hace consultorio en La Costa y de quien Mónica ya había escuchado por su gran trabajo en los partos normales.
Aquí, Mónica hace un hincapié especial, la excelente atención que recibió de la Dra. Filippini, la confianza que le transmitió, el tiempo que le dedicó a responder todas y cada una de sus preguntas. “Yo iba siempre con un
montón de preguntas. Quería estar con un médico que me asegure que hasta el último intentaríamos un parto normal, que si no había otra posibilidad y a menos que corriéramos riesgo mi beba o yo, el último recurso sea llegar a cesárea. Quería sentirme segura de que el profesional con quien esté tenga el lineamiento de respetar mi elección de un parto normal”, nos relata la entrevistada.
Con toda la información recibida acerca de cada paso que tendría que dar el día del parto, Mónica decidió también que no quería analgesia o quería lo mínimo posible en caso de necesidad. Explica que todo esto también depende de cómo se preparan las madres para ese momento, si se cuida la alimentación, si se practica ejercicios adecuados, además de condiciones clínicas de cada caso.
“Cuando me quedé embarazada comencé a investigar todos los pro y contra y las diferentes anestesias, qué te producen y sobre lo que es estar más presente durante el parto y el apego precoz. Me fui informando muchísimo sobre eso y así tome la decisión de que yo quería estar consciente y presente en todo momento cuando le tenía
a mi niña”, afirma.
La preparación física y psicológica, por cuenta propia y a través de los profesionales de La Costa fue clave, dice. En la madrugada del parto recuerda la gran atención que le dieron todas y cada una de las personas que la asistieron durante y después, pero sobre todo destaca el respeto en todo momento a su elección de evitar la anestesia, a
ser partícipe de su parto al moverse en la posición que sentía era la más adecuada, siempre acompañada de los profesionales de La Costa. “Todo eso se conjugó para que llegue a tener un parto tan maravilloso”, asegura.
Una vez que la niña nació siguieron el protocolo pero sin alejar a su bebé de su vista, la pusieron sobre ella para lograr el apego precoz, esperaron para el corte del cordón umbilical (corte tardío) y enseguida, apenas la bebé se predispuso le permitieron amamantar a su hija.
“Respetaron todo, me mostraron todo. Me parece innovador porque me habían comentado que habían protocolos como llevarle a la bebé dos horas y yo quería asegurarme de que eso no ocurra, por eso no quería anestesia, porque si bien es cierto que existen protocolos, dentro de eso respetaron mi decisión”, dice y agrega que la experiencia fue enormemente satisfactoria. También resalta todo el apoyo que recibió al día siguiente de las enfermeras, que le enseñaron a bañar a la bebé, a sostenerla y cambiarle el pañal, entre otros cuidados que la
bebé necesitaba.
Recuerda que el día que nació Giulia, nacieron otros nueve bebés, solamente el suyo fue parto normal. Por eso Mónica comparte su experiencia, porque cree que en muchos casos el miedo, la falta de información o preparación a través de profesionales adecuados puede incidir en no elegir un parto natural. Cuenta también que esta opción
permite una recuperación rápida de la madre para poder cuidar a su bebé, además de la inmunidad que se trasmite al recién nacido.
