La cirugía con despertar intraoperatorio o también llamada “Awake Surgery” es un procedimiento quirúrgico que se realiza en el cerebro del paciente con el objetivo de preservar la funcionalidad de la persona cuando se opera sobre una zona que puede, eventualmente dejar con déficits motor, cognitivo y/o sensitivo. En esta clase de intervención la persona se encuentra despierta y consciente durante un cierto tiempo. La cirugía es ideal para tratar ciertas patologías tumorales situadas en áreas cerebrales elocuentes.
El Dr. Elio Marín, neurocirujano, explica que el paciente era portador de un tumor cerebral de crecimiento lento y progresivo. Por este motivo, posterior a una serie de reuniones individuales y en conjunto con los profesionales médicos, decidieron llevar a cabo este procedimiento quirúrgico.
“El paciente de 67 años presentaba condiciones clínicas desfavorables, debido a su edad, como sobrepeso y dificultad respiratoria importante (apnea del sueño), sin embargo, el objetivo de esta intervención fue remover la mayor cantidad de tumor con la menor secuela posible. El tumor se localizó en el lado del cerebro dominante, cerca del área de
expresión (del habla) y también motora”, añade.
Por su parte, el Dr. Juan Carlos Sosa, anestesiólogo, indica que era el paciente ideal desde el punto de vista quirúrgico para este procedimiento, considerando su patología en particular, pero desde el punto de vista anestésico contaba con condiciones clínicas desfavorables.
Sostiene “con dos meses de preparación, un equipo multidisciplinario preparó al paciente para sobrellevar los desafíos que se presentaban y llegaron a las condiciones clínicas y anestesiológicas óptimas, constituyendo este acondicionamiento el factor fundamental para el éxito de la cirugía”.
Además, simultáneamente durante todo el proceso de remoción tumoral “se realizó al mismo tiempo la confirmación anatomopatológica peroperatoria. Esta clase de intervención prioriza, por sobre todo, la funcionalidad y la calidad de vida de la persona sobre el criterio oncológico, maximizando así los resultados”.
“La confianza y el positivismo del paciente fueron factores fundamentales y en este caso particular la persona tuvo un gran espíritu cooperativo y mucho optimismo. Se inició la cirugía con anestesia general y un bloqueo de la zona a ser intervenida. Además se fijó la cabeza en una posición estable a fin de mantenerla firme”, agrega.
El doctor Sosa comenta “cuando el cráneo ya estaba en condiciones para la cirugía, se despertó al paciente. En este momento, a un lado el Dr. Marín extraía el tumor, y al otro lado, estaba un equipo de neuropsicólogas que se encargaba de monitorizarlo a través de ciertas pruebas, que él ya venía estudiando durante su tiempo de preparación, como por ejemplo, responder ciertas preguntas, identificar imágenes o realizar algunos movimientos con los dedos o las piernas; todo esto a fin de controlar que responda a los estímulos indicados. Se previeron hasta los mínimos detalles y no hubo ninguna complicación quirúrgica”.
El Dr. Marín refiere que el paciente estuvo despierto durante 52 minutos y luego se lo volvió a dormir para culminar la operación. Es la primera vez que este tipo de cirugía haya realizado en un hospital privado y con éxito total, ya que se pudo extirpar completamente al tumor, cumpliendo así también con el criterio oncológico.
Además “se destaca que todas las condiciones se concretaron para realizar este tipo de cirugía, es decir, el buen trabajo en equipo con excelentes profesionales y la disposición de un completo equipamiento médico en el sanatorio La Costa. Otras ventajas de este procedimiento son: la poca estadía hospitalaria, en este caso particular el paciente estuvo dos días en terapia y tres días en sala, con la consecuente disminución de costos y rápida reincorporación laboral”.
